Nuevamente a la final

Por la semifinal del Torneo Apertura 2015 de la Asociación Platense de Básquet, Unión Vecinal enfrentaba a su par Atenas con el objetivo de llegar a la final. El equipo amarillo no encontró su juego hasta llegar al último período, donde con un parcial de 27 a 13 pudo llevarse el encuentro por 80 a 75, de la mano de su figura Gonzalo Genoro, autor de 19 unidades.

El polideportivo Victor Nethol, cancha donde juega de local Gimansia y Esgrima se iba llenando lentamente. La gente se acomodaba en las butacas, los jugadores realizaban lanzamientos en el rectángulo de juego, y en los alrededores, diferentes protagonistas del básquet conversaban y charlando anticipando la semi final del torneo apertura 2015.

En ambos lados, se hallaban dos conjuntos que llegaban de diferentes maneras al cotejo cumbre. Ubicado en el banco local se encontraba el equipo de Atenas, que venía de ser el 1° en la tabla general, pero en el último partido había caído derrotado duramente ante la UNLP por 88 a 64. En el banco de la visita, se encontraba Unión Vecinal, que llegaba como el 4° de la etapa regular, luego de vencer a su par de Banco Provincia por 67 a 59, y sacarlo de la carrera por el Final Four.
Los jugadores dirigidos por Ignacio Navazo tenían presente en su memoria el doloroso 70 a 68 sufrido en casa por la fase regular, y querían llegar a una nueva final, algo cotidiano para la institución en la última década.

Los quintetos ingresaron al parquet, y luego del correspondiente saludo, se colocar alrededor del círculo central, donde el árbitro Maximiliano Cáceres arrojó la naranja hacia arriba y el reloj empezó su lento retroceso que indicaba el inicio de las acciones.

El juego no podía empezar de peor manera para los de amarillo. Lorda anotaba un lanzamiento desde la línea de 3 y nuevamente el 13 de negro convertía un triple y además conseguía la falta. A falta de 5:41 para que termine el período, un doble y falta de Fidel Álvarez le daba la primera canasta del juego a Unión, que a partir de allí rompió con el nerviosismo que genera la falta de gol, mejorando el manejo de balón, ya que cometió 6 pérdidas en este pasaje.

La confianza comenzó a aflorar, y aparecieron dos triples, de la mano de Schoffen y nuevamente Álvarez, ayudaron a descontar. Cuando el reloj marcaba 2:42, el pasaje a defensa zonal ordenado por Navazo forzó al rival a cometer errores en la rotación de balón y acrecentó el optimismo que había aparecido en los jugadores. El parcial se cerró 14 a 11 en favor de Atenas.

El segundo cuarto se abrió con un triple de Méndez para los de negro, pero una ráfaga de 6 puntos para Unión igualó el juego, y parecía cambiar la tónica del mismo. Pero la rotación del griego trajo variantes en la ofensiva, con Saénz, Sesto y Sansimoni combinándose para 22 de los 28 puntos de su equipo. Por el lado del amarillo, un monólogo de Genoro, que constantemente atacó el canasto, y encestó 10 puntos en el pasaje (2/4 en dobles, 6/6 en libres), permitiendo que su equipo se mantenga en juego, a pesar de que el tanteador indicaba 42 – 35 para Atenas.

Los conjuntos se iban al entretiempo con sensaciones encontradas, debido al desarrollo del partido. Atenas estaba con el ánimo bien arriba, sus jugadores producían a la ofensiva, su dura y conocida defensa complicaba al rival, y estaba arriba en el tanteador. Navazo y sus pupilos se dirigían algo cabizbajos a los vestidores, por un lado por no poder seguir el ritmo impuesto por su rival, y también por no haber dado el 100 por ciento en los 20 minutos iniciales.

El tablero marcaba con un tres anaranjado que se avecinaba la segunda mitad del partido, y los fanáticos se colocaban nuevamente en sus asientos para ver el desenlace del juego, aunque el ambiente comenzaba a caldearse, debido a las imprecisiones y el juego físico propuesto por ambos lados.

La tónica del período, fue nuevamente individualista, pero esta vez del lado griego. Fidel Álvarez tomaba las riendas del equipo, y comenzaba a generase huecos a la ofensiva, anotando 9 puntos en el parcial, mientras que 6 puntos de Jorge Coronado, quien no había gravitado el juego, ilusionaban al público amarillo. Pero Ramiro Ciganek sacó la cara por su conjunto, anotando 11 puntos, incluido un costa a costa a falta de 6 segundos, que finalizó con un doble y estiraba la ventaja a nueve, 62 a 53.
Los jugadores de Unión estaban cabizbajos, masticando bronca por las oportunidades desperdiciadas, y por permitir que su rival tomara confianza. «Esto no se terminó todavía muchachos», salía del banco visitante, y mientras que los jugadores se secaban la transpiración y tomaban agua, Navazo daba indicaciones y alentaba a sus jugadores a no rendirse ,»la clave del partido está en la defensa», dijo de manera asertiva, dando una inyección de esperanza a sus dirigidos.

En este último período, como había previsto Navazo, la clave fue en defensa. Los jugadores alternaron entre hombre a hombre, zona 2-3 y cajón y uno, utilizado principalmente a Ciganek (sólo anotó 3 unidades en el cuarto), provocando confusión en su rival. Atenas no jugaba cómodo, y la temperatura del partido subía, tanto en las tribunas, como dentro del campo. Una doble falta técnica primero entre Saénz y De Marziani, y luego un antideportivo de Sansimoni inflaron el pecho de los de amarillo, que encontraron gracias a la buena defensa y una mejor rotación de bola lanzamientos cómodos. Genero volvió a ser clave desde la línea encestando 4/6 lanzamientos y un doble, pero también aparecieron dos viejos conocidos de la casa, Mauro Winschel y Mariano Epifanio, que anotaron 12 y 6 puntos respectivamente, para comandar a su equipo.

A falta de menos de un minuto, Atenas pide tiempo fuera para diagramar una ofensiva y liquidar así el juego. Al entrar al campo y empezar a ejecutar la jugada, un mal pase de Ramiro García provocó el contragolpe de Unión, que construyó la ofensiva con mucha paciencia, y luego de cortinas sucesivas, Mauro Winschel recibió la asistencia de Mariano Epifanio y con sangre fría clavó un triple desde la esquina, dándole a su equipo la ventaja por 76 a 74 y generando el grito ahogado de todos los representantes amarillos distribuidos por el estadio.

El entrenador Aramayo no tenía más minutos a disposición, y Atenas trató de jugar la mejor ofensiva posible, pero el resultado no fue positivo, y la pelota recaló otra vez en Epifanio, quien recibió la falta, y sentenció el partido con dos tiros libres.

De esta manera Unión jugará la final por la corona del torneo apertura 2015, «sinceramente me da lo mismo Villa San Carlos o Gimnasia, son dos muy buenos equipos y cualquiera va a ser muy difícil», declaró Gonzalo Genoro, fundamental para mantener a su equipo en juego, y autor de 13 sobre 16 intentos de tiro libre, «recibí muchas faltas, pero pude meter los libres», cerró el jugador. La victoria quedará marcada en memoria de estos jugadores, que a pesar de su juventud, lograron anteponerse al rival, para terminar a los saltos de emoción por disputar un nuevo partido definitorio.

Ahora los dirigidos por Navazo esperan al ganador de Villa San Carlos y Gimnasia, que se enfrentan el día miércoles, y contra el que jugarán el día sábado, en cancha a definir.

Síntesis:

Atenas 75: Ciganek 14; Sansimoni 9; Sesto 12 (X); Vacarezza; Lorda 15 (FI); Saénz 12; García 6; Méndez 6; Borrajo Fr; Zibana; Borrajo Fe.
DT: Xabier Aramayo.

Unión Vecinal 80: García Ghigliani 2; Winschel 12; Álvarez 20; Genoro 19; Coronado 6 (FI); Epifanio M. 9; De Marziani 6; Schoffen 3; Epifanio J.J. 3; López; Prodanoff; Makcimovic.
DT: Ignacio Navazo.

Parciales: 14-11, 42-35 (28-23), 62-53 (20-18), 75-80 (13-27).
Áritros: Maximiliano Cáceres – Martín Pietromónaco – Matías Dell Aquila.
Estadio: Polideportivo Víctor Nethol, Gimnasia.

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